lunes, 2 de junio de 2008

la procrastinación del Cangrejo

Este fin de semana me decidí a terminar fuera como fuese un viejo proyecto en InformATE que inicié en el 2002 y que tenía abandonado.

Últimamente llueve todos los días y hace tiempo que no salgo a la montaña, por tanto los fines de semana no hago nada productivo, de modo que me autoimpuse cerrar ese proyecto sí o sí durante el finde.
Empecé el Viernes por la tarde, me pasé la madrugada sin dormir, y el domingo a las 23:00 lo tenía terminado... con algunos bugs fatales que tuve que corregir el lunes.

El mismo domingo, de madrugada, soltaron en Redes un palabro muy significativo:
Procrastinación, la acción de procrastinar (del latín procrastinare) es decir, de postergar actividades o situaciones que uno debe atender, por otras situaciones más irrelevantes y agradables. Este término proviene del latín pro- (adelante) y crastinus (relacionado con el mañana).

En el mismo programa, un profesor comentaba una experiencia de todos conocida - seamos alumnos o profesores, jefes o mandaos - relacionada con la fecha de entrega de trabajos.
Este profesor mandó sus alumnos presentar tres trabajos a lo largo del curso. Al primer grupo le puso como fecha límite el último día de clase; al segundo grupo le puso tres fechas, un trabajo por trimestre.
Ni que decir tiene que los trabajos del primer grupo se hicieron los tres en el último momento y mal. En general, empezamos a funcionar cuando la fecha límite está cercana, no antes.

Parece que ponerse fecha y límites es importante. A veces nos ponen fecha desde fuera, otras veces no, y es entonces cuando nos la tenemos que poner nosotros, o esperaremos eternamente hasta un último momento que nunca llegará, porque nadie nos va a decir ¡mañana lo quiero!

En este caso, la postergación no es comparable a la de una tarea obligada, ya que esto es un hobby, sino debida a pretensiones excesivas que arrojan unas perspectivas de programación eternas y costosas en tiempo que terminan por hacerme desechar todo el trabajo anterior para pasar a una tarea más liviana y ágil.

Aquí está la aventura, y la solución.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues mi abuela decía que "cuantas más cosas te propones, más cosas haces", y creo que tenía razón.

Puede ser que procrastines unas u otras, pero al final haces un montón de cosas.

Si sólo te propones hacer una cosa a la vez, al final acabas haciendo muy pocas.

O eso, o será que soy hiperactivo :P

Herel dijo...

Mientras te propongas acabarlas...
De hecho es bueno hacer varias cosas a la vez, así cuando te cansas o te rallas con una, descansas pasando a la otra.

Pero también hay un dicho en mi profesión que dice que "los proyectos nunca se terminan", es decir: cualquier cosa puede mejorarse y crecer infinitamente, es cuestión de invertir tiempo y tiempo, hasta que tú dices ¡basta!, dejas de darle más vueltas, y apechugas con lo que haya sin mirar hacia atrás y hasta finalizar.

Anónimo dijo...

Tio, empecé ayer mismo a jugar a tu aventura pensando que seria una mini y me emparanoié otra vez ¡otra larga de Jarel! jaja, de momento no he avanzado mucho y no quiero mirar la solución (Jarel poniendo la solución de sus juegos, el mundo al revés), pero estoy intentando ocultar el paracaidas, ya que vienen con la moto y me matan. Me está gustando lo que veo, tanto los puzzles como las situaciones y diálogos del agente 222. ¡Chapeau!
Y bueno, no comento nada de Puj porque esperaré hasta la Xcomp, pero que bonita es.

Herel dijo...

Sí, es larga en código, aunque yendo derecho a las soluciones se puede pasar en muy poco tiempo.

Por cierto que el paracaídas, paradójicamente, aunque te traiga problemas, a la vez te facilita las cosas, recuerda que en las películas los agentes jamás avanzarían si no fuera porque el malo les va dando pistas y medios enviando a gente a matarles o capturarles.